El avance producido en los láseres disponibles para urología en los últimos años ha permitido que sea cual sea el tamaño prostático no es necesaria la agresividad de la cirugía clásica pudiendo solucionarse los problemas obstructivos urinarios a través de la uretra.
Se define La estenosis de la unión pieloureteral como un estrechamiento u obstrucción donde se une la pelvis renal (donde se almacena la orina) y el uréter(tubo que lleva la orina hasta la vejiga).Produce dolor ,molestias en fosa renal y puede conllevar si no se soluciona a tiempo disminución en la función del riñón.
La sintomatología se puede dividir en dos tipos ,por un lado la sintomatología irritativa (polaquiuria, nocturia urgencia miccional y en ocasiones incontinencia urinaria) y la sintomatología obstructiva(dificultad de inicio,chorro flojo sin fuerza y dificultad de vaciado).
En los estadios iniciales de la enfermedad el tratamiento es médico produciendo alivio de la sintomatología y mejoría en la calidad de vida. Cuando evoluciona a pesar del tratamiento médico deriva en un empeoramiento importante de la calidad de vida con frecuentes micciones nocturnas, dificultad de vaciado pudiendo asociarse a infecciones de orina frecuentes.
La hematuria ,litiasis vesicales ,retención urinaria (con necesidad de sondaje vesical) e incluso empeoramiento de la función renal son complicaciones menos frecuentes.
El tratamiento quirúrgico clásico para próstatas pequeñas es la Resección transuretral de próstata( RTUp).En la actualidad existen tratamientos como la fotovaporización con laser verde KTP y la enucleación con láser Holmiun (HoLEP) que presentan similares resultados funcionales con disminución de sangrado y complicaciones en el post-operatorio reduciendo la estancia hospitalaria.
En próstatas grandes la cirugía clásica abierta (adenomectomía retropúbica) se caracteriza por un incisión en el abdomen,sangrado y postoperatorio de 4-5 días y lenta reincorporación a la vida habitual.En la actualidad la enucleación con Holmiun ha revolucionado la cirugía para próstatas grandes por su abordaje mínimamente invasivo, mínimo sangrado y corto postoperatorio, consiguiendo la reinserción a la vida laboral de forma temprana.
La implantación de la cirugía con laser holmiun se ve retrasada por el alto coste de la tecnología empleada y la elevada dificultad técnica para su realización.
Sus ventajas: No necesidad de incisiones abdominales, mínimo sangrado ,recuperación temprana y postoperatorio de 24 horas hacen de esta técnica el futuro de la cirugía para tratar la HBP.
La cirugía clásica del adenoma prostático en próstatas con un tamaño superior a 60 gramos se lleva de manera rutinaria a cabo con cirugía abierta siendo una recuperación lenta y dolorosa con una habitual pérdida sanguínea.
Desde hace unos años la Asociación Europea de Urología considera a la enucleación con Laser Holmiun la técnica de elección en próstatas de tamaño medio/grande.
A través de un abordaje transuretral gracias al láser se va separando el plano adematoso responsable de la obstrucción urinaria.
Posteriormente ese adenoma es triturado con ayuda de un morcelador para posteriormente aspirar el material para su envío a Anatomía Patológica. Todo el proceso se lleva a cabo a través de la uretra.
Las ventajas que ofrece esta técnica son las siguientes:
Más de 5 millones de hombres en España se ven afectados por la hiperplasia prostática. El principal factor influyente es la edad, pero hay otros hechos que predisponen el aumento de la próstata, como son la obesidad o la hipertensión benigna de próstata.
En Urogalia ofrecemos a nuestros pacientes con síntomas prostáticos el tratamiento con el láser verde (Green Light XPS) de alta potencia (180 W) con excelentes resultados.
La fotovaporización de la próstata con el láser verde es una técnica muy segura ,elimina el exceso de tejido de la próstata que obstruye el conducto urinario sin producir sangrado y es tan eficaz como la cirugía clásica con RTUp.
Con esta técnica se consigue una rápida recuperación del paciente pues se reducen los días de ingreso, los días de sonda, el sangrado y, por tanto, también la necesidad de transfusiones.
El paciente tiene una hospitalización de menos de 24 horas, se va a casa sin sonda y puede reanudar sus actividades habituales a los 2 ó 3 días.
Posibilita realizar la intervención con régimen ambulatorio, algo que es impensable con la técnica convencional de la resección transuretral clásica porque supone un media de 4 o 5 días de ingreso hospitalario.
El riesgo de disfunción eréctil es extremadamente bajo y los problemas de incontinencia urinaria son casi inexistentes.